Publicitados como una alternativa frente a la falta de garantías propietarias, este mecanismo puede encarecer el alquiler y sumar inconvenientes para los inquilinos.
Los seguros de caución representan una solución para muchos ciudadanos que necesitan alquilar y no cuentan con garantías. Pero claro: no mucha gente conoce esta alternativa, y tampoco tiene información fehaciente sobre su valor y sobre sus ventajas y desventajas reales.
En principio cabe decir que esta clase de seguro justamente funciona como una garantía y es emitido por los bancos o las empresas aseguradoras con el fin de resguardar al propietario ante falta de pago por parte del inquilino.
Por lo común los seguros de caución tienen un valor que equivale a un mes del alquiler, o a dos. Y por lo común deben abonarse en un pago único previo a firmar el contrato (aunque algunas aseguradoras habilitan su cobro en cuotas). A cambio el emisor del mismo asume la responsabilidad de actuar como garante de cara al propietario. Y cubre al mismo de una eventual falta de pago –tanto del alquiler como de las expensas-. Además estos seguros también puede cubrir otros ítems (por ejemplo ABL, luz y gas, Aysa, reconexión por servicios impagos, etc.), aunque en tal caso pueden tener costos superiores.
Es decir que en la práctica, si un inquilino llegara a incumplir u pago, el dueño de la propiedad informará la situación al emisor del seguro de caución, que tendrá que brindar una respuesta económica en un lapso breve. A posteriori la empresa que otorgó el seguro exigirá al inquilino que abone lo adeudado, agregando diversos costos -honorarios del letrado, erogaciones administrativas e intereses punitorios-. Con lo cual la deuda podrá incrementarse de manera notable.
Alternativa a garantías propietarias
Los seguros de caución ya eran una práctica común para el caso de los alquileres comerciales. Y en años recientes se extendió a los alquileres de casas y departamentos para uso como vivienda.
Estos seguros de caución representan una alternativa ante la exigencia de garantías propietarias por parte de las inmobiliarias. Como es sabido, esta exigencia no es fácil de cumplimentar, y esto hizo que apareciera la opción de los seguros de caución. De todas formas, si bien estos últimos lograron difundirse, todavía podría decirse que no lo suficiente, ya que el 65% de las inmobiliarias aún exige garantías propietarias.
Requisitos para la obtención
Para obtener un seguro de caución el inquilino deberá demostrar que tiene un trabajo estable y transparentar sus ingresos (mediante facturas si es monotributista, o recibo de sueldo si trabaja en relación de dependencia). Por lo común se solicita que los ingresos sean el doble o el triple del alquiler más las expensas. En algunos casos, no obstante, es posible completar los ingresos con el agregado de un co-solicitante.
Estos seguros no actúan como reemplazo de los depósitos en garantía. En los hechos funcionan como una ampliación de los mismos. E incluso en algún caso (muy pocos, al decir verdad) también pueden incluir este concepto, y en ese caso, si el inquilino llegara a dañar la vivienda, la aseguradora otorgaría al locador un importe para afrontar los arreglos requeridos.
El seguro de caución evita al inquilino la necesidad de presentar una garantía propietaria. Aunque obviamente su contratación implica un gasto extra, en un contexto en el que ya de por sí debe abonar depósito, mes adelantado, gastos de mudanza, etc. O sea que este esquema en definitiva torna más caro alquilar una casa o departamento. Y además está el problema de que las aseguradoras suelen actuar con mucha crudeza cuando el inquilino deja de cumplir, sin tener en cuenta los motivos de la falta de pago, entre otras inequidades.